JUAN ARAMBERRI
Juan Aramberri nació el 10 de abril de 1964 en el pequeño municipio de Aya. Durante un tiempo fue atunero, pero ahora trabaja en una empresa. Nació en un barrio de Aya llamado Laurgain. Es hijo de Teresa y Juan, y cuando nació tenía 8 hermanos, cinco chicas y tres chicos. Cuatro años después, nació el hermano más joven de la familia. Cuando era pequeño, una de sus hermanas murió. Empezó a ir a la escuela cuando tenía 6 años, la cual estaba en Orio, y terminó a la edad de los 14. Estuvo cinco años trabajando en diferentes lugares y ayudando a sus padres. A los 19 años, empezó a trabajar en el mar de pescador, en un barco pesquero llamado “Gure Gogoa”. En la temporada de primavera, pescaban tanto anchoas como verdeles, y en verano, atunes. En primavera pescaban de lunes a viernes, pero en verano, pasaban tres semanas en la mar. En el barco navegaban aproximadamente 20 tripulantes, y su puesto estaba en la nevera, colocando los pescados con hielo. Después de estar trabajando en ese barco durante cuatro años, hace 28 años empezó en una empresa. Esta empresa se llama Indaux, y su labor consiste en hacer bisagras para muebles. El 11 de agosto de 1990, a la edad de 26 años, se casó con su actual mujer, Mari Carmen, en Azpeitia. En 2002, dos meses antes de que naciera su hija, su padre murió. El 8 de julio nació su hija Janire, en el mismo día en el que su madre cumplió 76 años. Tres años más tarde, el 2 de octubre de 2005, nació su hijo llamado Oier. Un suceso que le ocurrió y que fue un susto para toda la familia, fue un accidente de coche hace aproximadamente veinte años. Un día, cuando ya vivía con su esposa en Zarauz, volvía de casa de sus padres, tras ayudarles en muchas cosas. Camino a casa, en una curva bastante cerrada, había un charco de aceite. El coche derrapó y se quedó volcado. Afortunadamente, no le paso nada grave, solo se hizo unas heridas leves. Actualmente, vive en Zarauz con su esposa y con sus dos hijos, y aún sigue trabajando en la empresa desde hace 28 años.
1 Comentario
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Habían viajado hasta el pequeño pueblo de Clayton para que su padre tomara las muestras de ADN y averiguara si aquella mujer era la "madre de su padre", la biológica, porque aquella mujer nunca sería su abuela. Su abuela era la otra, la de toda la vida, la que montaba las multitudinarias partidas de cartas con sus primos, la que le hacía empanadillas de pollo para su cumpleaños, la que les contaba aquella asombrosas historias sobre la vida en Turenia antes de la guerra... Y ninguna prueba de ADN iba a cambiar eso. No le importaba que su sangre no corriera por sus venas, ni la del abuelo, ni la de sus primos. Ellos eran su familia. Ella sería siempre una Pekar.
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